Aunque parezca mentira, hoy día se sigue cuestionando la fecha en la que nació, oficialmente, la fotografía. Según la mayor parte de historiadores y la propia Academia de las Ciencias y las Bellas Artes de Francia, ésta comenzó a existir en el año 1839; sin embargo, la primera foto tiene fecha de 1826, y en el pequeño pueblo donde nació Joseph Nicéphore Niepce (inventor de la fotografía) se certifica a través de un monumento dedicado a su prócer que ésta nació en 1822.
Intuimos que el bueno de Niepce dio a conocer la evolución de sus experimentos a sus paisanos antes incluso de realizar su primera foto, lo que condujo a su reconocimiento antes de haber pruebas palpables de su descubrimiento; pero lo que resulta bochornoso (por no decir bizarro) es que el gobierno francés no quisiese reconocer la existencia de la fotografía hasta que no compró su patente justo el mismo año en el que murió su descubridor.
La idea de inmortalizar la representación visual de una impresión lumínica se remonta sin embargo a los orígenes de la civilización moderna. Los griegos ya trabajaron en la invención de una cámara oscura, y entre los muchos apuntes de Aristóteles podemos encontrar bocetos de un cuarto oscuro en el que, a través de una apertura, la luz proyectaba una imagen contra la pared.
Puede que el invento de la cámara oscura sea atribuible al filósofo de Estagira, pero resulta sospechoso que su maestro, Platón, ya hablase en sus Diálogos de cómo el hombre vivía en una caverna de espaldas al sol, percibiendo únicamente la proyección de sombras contra una pared.
Sí, se trata sólo de una metáfora y todos sabemos que Platón despreciaba las ciencias físicas, pero no deja de ser curioso que el origen de todo el pensamiento occidental se asemeje tanto al funcionamiento de un cuarto oscuro y que fuese justamente su discípulo quien diese con el invento.
En cualquier caso, durante todo el medievo se siguió trabajando en el perfeccionamiento de la técnica del cuarto oscuro, que fue empleada por innumerables artistas para perfilar sus trabajos contra la pared insensible durante el Renacimiento.
Pero con la cámara oscura sólo tenemos la mitad de la fotografía. Tenemos el obturador y la luz, se desarrollaron incluso lentes para que ésta pasase a través de él de diferentes formas, pero faltaba el material sensible que fuese capaz de preservar los efectos de aquélla.
Y aquí es donde empieza a desarrollarse una carrera química por dar con el codiciado material, que se fijó cuando John Hersche descubrió las propiedades sensibles y fijadoras del hiposulfito de sosa.
Por supuesto, a pesar de que ya Niepce trató de patentar su descubrimiento en diversas ocasiones anteriores a 1839, a partir de la adquisición de la patente por parte del estado francés la fotografía empezó a desarrollarse a una velocidad de vértigo, mejorándose año tras año el tamaño de la cámara oscura, las propiedades del material sensible, las lentes y el obturador.
En una próxima entrada hablaremos del nacimiento de la fotografía digital.
[…] Aunque nuestras cámaras sean tan modernas que terminamos rindiéndonos a la impresión de que vivimos en la era de la tecnología y la innovación continua, gran parte de lo que hacemos con nuestros ordenadores de última generación tiene más años que la rueca. Así, aunque parezca una tontería, la fotografía ya tiene cerca de doscientos años. […]