Como la Primavera ya está prácticamente aquí y se acercan jornadas de esparcimiento bucólico, viajes a Madagascar y las primeras zambullidas, hoy vamos a tratar el mundo de las cámaras GoPro, las herramientas más completas para tomar fotos y grabar vídeos sin que nuestro equipo se resienta.
Además, después de ver los últimos lanzamientos de cámaras de este género por parte de marcas como Canon, Olympus o Rollei, me siento con la obligación moral de sacar a colación a este fabricante, que se dedica de manera exclusiva (sabe lo que se hace) al diseño y la fabricación de cámaras todoterreno desde hace ya muchísimos años.
Nada más entrar en la página de GoPro nos encontraremos con que nos invitan a ser un héroe (be a hero), lo que para unos puede ser estimulante pero para otros inquietante. Si eres de los que se asustan, me temo que has entrado en la página equivocada. A mi parecer, comprarse una cámara GoPro no tiene sentido si no vas a darle su uso específico: machacarla.
Básicamente, GoPro ofrece dos modelos diferentes: la Hero y la Hero 2. No hay más. Ni objetivos intercambiables ni espejos traslúcidos ni más historias. Dos cámaras manejables, pequeñas y robustas que se adaptan a todas las circunstancias extremas.
La HD Hero 2 es la más completa, y ofrece un sensor de 11 megapíxeles, una carcasa sumergible hasta los 60 metros, graba vídeo en full hd y monta un objetivo gran angular capaz de captar una perspectiva de 170º. Además, incluye correas para sujetarla al casco de la moto o de la bicicleta, adhesivos para pegarla al coche, la tabla de windsurf o lo que se te ocurra, y un brazo para colocarla como te parezca y donde te parezca. Todo por unos 230€ (nada caro si consideramos los modelos antes mencionados de otros fabricantes).
La HD Hero a secas, por el contrario, estará equipada de una manera u otra dependiendo de la aventura en la que nos vayamos a embarcar. Así, la Helmet se centra en los que quieren hacer fotos o grabar vídeo sobre su moto o su bici; la Surf, evidentemente, para los amantes de los deportes acuáticos; etcétera.
En lo que se refiere a la cámara, ésta se diferencia fundamentalmente de su hermana mayor en la calidad su sensor (sólo alcanza los 5 megapíxeles) y de su objetivo (olvídate de esos atractivos 170º de perspectiva). Sale por unos 185€ con sus accesorios, y por 115 sin ellos (versión Naked).
Para completar su oferta, GoPro ofrece además una legión de accesorios para que la experiencia heroica sea enteramente satisfactoria: extensiones wi-fi, lentes de remplazo, soportes, mochilas…
En definitiva: antes de lanzarte de cabeza (nunca mejor dicho) a por una cámara todoterreno de un fabricante no especializado en la materia, échale un vistazo a lo que ofrece GoPro y compara, no vaya a ser que estés confundiendo churras con merinas.