Digámoslo alto y claro: todas las compañías se han tragado la última barrabasada comercial soltada por Apple en la presentación de su nuevo iPad: nos encontramos en la era post-pc; que quiere decir, más o menos, que hoy en día ya podemos hacer lo que sea con dispositivos móviles, sin necesidad de sentarnos delante del ordenador.
Esta afirmación tan aventurada tiene su parte de verdad: para el común de los mortales, basta con editar una fotografía en una tableta o un iPhone y luego compartirla. Punto y final. Pero la sentencia también tiene una gran parte de mentira: la calidad de una foto tomada y procesada en un gadget jamás tendrá la calidad de una tomada con una réflex o una analógica y revelada o procesada en un ordenador o un cuarto oscuro.
Pero para qué negarlo, el usuario medio no pretende hacer arte ni imprimir carteles de 10 metros cuadrados, sólo compartir situaciones y recuerdos, y para eso va más que sobrado con esta nueva FinePix F800EXR que acaba de presentar Fujifilm a través de este comunicado.
En realidad, la compacta “viajera” de Fuji tiene muy poco de nueva, ya que calca las especificaciones de su madre, la F770EXR. A saber: sensor CMOS de 16 megapíxeles, zoom de 20 aumentos (25-500 mm), disparo manual y en RAW y vídeo Full HD.
La única novedad se encuentra en que ahora trae wifi incorporado para pasar las fotos rápidamente a nuestros gadgets y subirlas a las redes sociales sin tener que andar trasteando con el ordenador. Ah, y también incorpora procesados automáticos a lo Instagram a los que han denominado (y que no me pregunten por qué) “Advanced filter”.
En principio, estará disponible en nuestro país a partir del próximo otoño, y nos imaginamos que su precio rondará el de la FinePix F770EXR (euro arriba, euro abajo).