Buenas, bonitas y baratas. Así son las dos nuevas cámaras bridge que acaba de presentar Canon con la única intención de darme toda la razón: las cámaras “puente” siguen teniendo sentido y pueden incluso comerle bastante mercado a las sin espejo de gama media y baja.
Ambas poseen un sensor CMOS de 16 megapíxeles y un estabilizador incorporado que permite hacer uso del zoom sin encomendarse a San Winogrand.
Ninguna de las dos tiene visor y hacen uso de una pantalla LCD bastante apañada. Además permiten grabar vídeo en HD (que no Full) y disponen, por supuesto (si no, no serían cámaras bridge) de modo manual de disparo (y modos automáticos, cómo no).
Aunque lo que más llama la atención de ambos modelos es su diseño, que recuerda a una réflex de reducidísimas dimensiones, con su grip diminuto. Para que se hagan una idea, cabe en la palma de una mano.
La única diferencia entre ambas compactas viene determinado por el alcance de su focal.
Así, la SX500 IS trae un objetivo integrado (no intercambiable, recuerden) que va desde los 24 hasta los 720mm; mientras que la SX 160 IS va desde los 24 hasta los 384mm.
Eso sí, las dos poseen un software de multiplicación que duplica el alcance de sus respectivas focales, alcanzando unas distancias más que atractivas para cualquier fotógrafo que no quiera dejarse la vida pagando por una réflex o una sin espejo de gama alta.
La Canon Powershot SX500 IS y la Canon Powershot SX160 IS estarán disponibles en España a partir del mes de septiembre (y en diversos colores), por unos precios realmente interesantes: la primera saldrá por unos 320€ (aún no hay confirmación oficial), mientras que la segunda se quedará en los 190 (y esto sí es oficial).