Que las compactas no quieren quedarse fuera del mercado tras la irrupción de las cámaras compactas sin espejo y la moda de los smartphone es un hecho. Cada vez asistimos a la irrupción de nuevos modelos que tienen muy poco que envidiar a las tecnologías antes citadas, y Olympus acaba de volver a demostrarlo con su nueva Olympus TG-2, que incorpora funciones manuales para terminar de hacer irresistible su gama todoterreno.
Aunque sus prestaciones elementales sean calcadas a las de la Olympus TG-1, conviene recordar ante qué nos encontramos:
Una cámara resistente al agua (soporta 15 metros de profundidad) y a las caídas (desde 2,1 metros) impecablemente diseñada con un sensor CMOS retroiluminado de 12 megapíxeles, GPS integrado, vídeo en Full HD y pantalla OLED de 3 pulgadas.
Aunque lo más destacable se encuentra en su objetivo integrado: un f2 ultraluminoso (ideal para tomas subacuáticas) gran angular con un zoom (eso sí) solamente decente: cuatro aumentos naturales.
Eso sí, la focal de 25-100 se convierte, gracias a la tecnología Super Resolution Zoom, en otro objetivo capaz de llegar a los 200 milímetros sin que resienta la calidad de la imagen (o eso dicen).
Si a todo esto sumamos la nueva opción de control manual a partir de la apertura, la Olympus TG-2 se convierte en un auténtico camarón que no tiene nada que envidiar (más bien al revés) a la mayor parte de las cámaras sin espejo.
Eso sí, costará alrededor de 400€, y estará disponible a partir de finales del presente mes de enero.
Asimismo, Olympus ha renovado el resto de la gama Tough presentando las menores TG-830 y TG-630, modelos más económicos pero menos resistentes, con prestaciones más limitadas y (por supuesto) sin controles manuales.
En definitiva, una opción muy interesante no sólo para los que gusten de encaramarse a los picos de Europa, sino también para los fotógrafos de a pie que prefieren no jugársela con sus fotos.