¿Fotografía en modo manual o automático?

Lo primero de lo que vamos a darnos cuenta después de nuestras primeras fotos, es de la dificultad, sobre todo en determinadas ocasiones, de captar lo que se tiene justo en frente de la misma forma que se ve: con la misma luz, contraste, brillo, color, etc. Nos enfrentamos, en ese momento, al reto puramente técnico de dominar cada uno de los parámetros de la cámara para lograr plasmar las escenas tal y como queremos (que a veces es como la percibimos, y a veces no tiene nada que ver con lo que percibimos). Y en el logro de dicho reto es en lo que nos encontramos todos los presentes en este curso de fotografía online.

Es obvio que si queremos aprender fotografía, no es para acabar haciendo las fotos en automático. Poner la cámara en modo automático significa confiar en los criterios de nuestra cámara dejando de lado toda variación personal en pos de la obtención de tomas personalizadas. Por muy sofisticado que sea el modo manual de nuestra cámara, en la mayoría de situaciones se dan factores (abundancia o carencia de luz,  fuertes contrastes, movimiento de los objetos o sujetos, etc.), que nos obligan a controlar la cámara de forma manual.

No obstante, pueden darse situaciones en las que prime el deseo de captar una imagen fugaz (por ejemplo: un pajarillo que aparece por sorpresa frente a nosotros, un gato esquivo, o cualquier elemento susceptible de desaparecer al poco de haberlo visto) por encima del de hacerlo técnicamente perfecto.

No se trata, por tanto, de apostar únicamente por el modo manual y descartar por completo y en todo caso el automático. Si queremos sentir la fotografía como una técnica creativa, lo lógico es dominar la cámara en modo manual, si bien se darán ocasiones en las que sea mejor fotografiar en automático que no fotografiar. Seguiremos hablando sobre este tema en el próximo artículo del curso. ¡Os espero!