El día de nuestra boda es un día que no queremos olvidar pase lo que pase y, actualmente, es algo que se nos hace muy difícil ya que gracias a los vídeos y a las fotografías lo mantenemos en la memoria como si hubiese sido el día anterior. También es cierto que siempre tenemos las fotografías que nos hace el fotógrafo pero, ¿Qué dirías si de cada mesa de los invitados sacases fotos que han hecho ellos mismos? A mí me parece una idea estupenda que, aunque siempre hemos podido hacer dejando una cámara de usar y tirar en las mesas, ahora parece que es más posible con las cámaras de Kodak.
La marca Kodak ha decidido sacar unas nuevas cámaras desechables apostando por la fotografía tradicional, esa que está casi olvidada por el público en general (hay muchos fotógrafos profesionales que siguen usando la fotografía manual) y además con una estética muy festiva.
La cámara echa 27 disparos y está equipada con una película de sensibilidad 800 que incorpora un flash manual y muy sencillo que no tendremos que toquetear ni configurar (además de que no tenemos pantalla, claro está). Son perfectas para sitios con poca luz, como la pista de baile, ya que el flash es automático, lo que no quita que echemos las fotos en el momento que queramos.
El precio es de 79,90 euros, pero no cada una, sino un lote de 10 cámaras desechables. No está nada mal ya que sale unos 8 euros por cada una de las cámaras. No podemos compararla con una Leica V-Lux 30 ni podremos participar en ningún curso de fotografía con ella, pero no podemos negar que es muy cómodo para los invitados ya que no tendrán que cargar con sus compactas para echar fotos, aunque siempre podrán captar imágenes con sus móviles si no se atreven a usarlas.
[…] la mayoría de los mortales, la fotografía de bodas es un género cada vez menos rentable (por el intrusismo laboral) que ofrece muy poca flexibilidad […]