Aunque en esta época del año no necesitemos guardar nuestra bebida caliente del frío en un termo, hoy quiero enseñaros un objeto que me regalaron no hace mucho y que me encantó (como buena aficionada a la fotografía), además de que es de la misma marca que mi cámara réflex, Nikon. Pues bien, os traigo un curioso termo que simula ser un objetivo de 24-70 mm.
Yo soy una persona que en invierno tomo muchas infusiones, pero soy bastante lenta en tomármelas, así que siempre se me quedaba fría, hasta que me regalaron este artilugio, y es que yo lo he tenido incluso dos horas y la bebida ha seguido estando calentita, así que es genial para esto. Por dentro es de acero inoxidable y por fuera tiene todos los detalles de un objetivo, muchas personas incluso me han preguntado si era un objetivo de verdad. Trae una tapa, como podéis observar en la foto, con Nikon arriba, como si se tratase de una tapa original. También incluye una bolsa para transportarlo, aunque yo nunca me la he llevado, pero sí que vuelvo a meter el termo ahí cuando llego a casa.
Tenéis que tener cuidado con llenarlo entero, ya que es bastante largo y hace unas dos tazas. Si estás en casa es indiferente, pero si sales fuera es una lata tener que cargar con el termo lleno una vez que ya no vayáis a beber más, así que, como recomendación, os digo que no la llenéis tanto.
En cuanto al precio he encontrado dos páginas webs que lo mandan a casa, Focalprice y Foto321. En la primera sale bastante más económico, pero también es cierto que viene de fuera y puede extraviarse, aunque que pase es bastante raro. Yo os lo recomiendo tanto para vosotros como para regalar, es un invento genial.