Aunque parezca sencillo el hecho de usar un trípode, no lo es tanto, ya que tenemos que tener en cuenta muchos factores (unos que están en nuestra mano y otros que no) para poder salir con la cámara y el trípode sin ningún problema, así que hoy os voy a dar algunos consejos para poder usar el mejor el trípode.
Para realizar los encuadres hay que admitir que es un poco fastidioso si lo comparamos con hacerlos con la cámara suelta, mucho más cómodo, pero claro, cuando queremos la estabilidad de un trípode no tenemos otro remedio que aguantarnos, así que, para que sea más llevadero, lo mejor es que encuadremos antes de poner la cámara en el trípode, así nos ahorraremos cargar de aquí para allá con él.
Aunque en esta época del año es raro que tengamos un viento fuerte, si que podemos toparnos con que un día haga una ventolera y debemos tener cuidado con eso, ya que puede que nos quedemos sin cámara, sin objetivo y sin trípode, lo cual sería una desgracia. Un consejo para estos casos es que sujetes la cámara con la cinta o simplemente que te la pases por el cuello, así no tendremos problemas. Eso sí, si hace demasiado viento lo mejor es que dejes la sesión para otro día, que no está la cosa como para perder material.
Una de las cosas que debemos tener en cuenta es el peso que puede soportar nuestro trípode, ya que si le añadimos un peso superior podríamos tener un problema como, por ejemplo, que no sujetase bien la cámara y ésta se acabara cayendo. Para solucionar esto lo que tenemos que hacer es mirar el peso de nuestra cámara más el peso de los objetivos y acudir a la tienda en busca de un trípode que soporte ese peso. Es muy fácil de hacer y nos costará menos que renovar todo el equipo.
Por último, a la hora de hacer la fotografía, es importante que no salgan las patas del trípode, ya que si hacemos tomamos una foto mirando para abajo o algo parecido puede salir.
Y hasta aquí la primera parte de consejos para usar el trípode de forma segura para tu cámara, ¿Tienes tú algún consejo para compartir?