Para empezar os tengo que decir que no se tiene que lavar cada X días, aunque hay muchos profesionales que recomiendan hacer esta operación cada 15 días, un poco excesivo a mi parecer, sino cuando hagamos la prueba y veamos que realmente está sucio. También es cierto que cuanto más uso y más cambios de objetivo tenga el aparato, con más frecuencia deberemos limpiarla para que las fotografías sean lo más claras posible.
Bien, para saber si nuestro sensor está limpio o sucio solo nos hace falta que el cielo esté azul y despejado (También nos vale un fondo parecido al cielo, aunque siempre es mejor lo primero). Una vez hayamos mirado si el cielo está a nuestra disposición, lo que debemos hacer es coger nuestra cámara réflex, cerrar el diafragma (recordad que necesitamos utilizar un número f alto), enfocar a ese magnífico cielo y hacer algunas tomas.
Cuando miremos la fotografía, si el sensor está limpio, la foto deberá tener un tono uniforme (dentro de todo lo posible, claro), pero si nos encontramos con algunos puntos oscuros es que nuestra cámara necesita esa limpieza con urgencia, y es que no vamos a tenerla sucia hasta que vayamos a sacar alguna fotografía. ¿No crees?
En definitiva, es una forma muy sencilla de hacerlo, pero supongo que existirán otras maneras de comprobarlo, ¿Cuál es la tuya?