Muchas veces, al salir de casa para hacer una excursión fotográfica, pensamos en si llevar o no llevar el trípode, ya que, posiblemente, no lo necesitemos y es un peso de más que no queremos cargar. Pues bien, finalmente, decidimos no llevarlo y al llegar al lugar vemos que sí que lo habríamos utilizado y claro, ya es tarde para volver atrás y poder acceder a él. Pues bien, hoy vengo a solucionar ese gran problema, ya que os traigo un accesorio bastante sencillo pero muy efectivo.
Se trata del Bean Bag, y puede que algunos de vosotros sepa de lo que estoy hablando, aunque aún se desconoce bastante. Este accesorio nos permite ajustar nuestra cámara para hacer exposiciones con tiempos ilimitados, al igual que nuestro trípode, y es que se puede apoyar tan bien en el Bean Bag que la posición no cambia, vamos, que es muy estable para lo que realmente es.
La traducción de este accesorio es ‘bolsa de judías’, y es que lo que hoy os presento es una especie de evolución de las bolsas típicas de legumbres que compramos en el mercado. Pensarás que es un poco extraño esto que estoy contando, pero tan solo tenéis que dirigíos a la cocina, coger una de estas bolsas, que no esté demasiado llena, por cierto, y verás como es muy moldeable. Claro que no tenemos porque tener nuestra Bean Bag rellena de legumbres, puede ser cualquier cosa que amortigüe lo suficiente como para encajar bien la cámara.
Así que, si no queréis cargar con el trípode, haceos con una de estas bolsas, ya que tan solo hay que colocarla en un sitio plano y poner encima la cámara. Muy sencillo y efectivo, como ya os dije hacer unos párrafos.
¿Qué os parece el Bean Bag? ¿Os haréis con uno?