Si queremos llegar a ser unos buenos fotógrafos no sólo tenemos que cuidar cosas como los accesorios que compramos para nuestra cámara o qué cámara comprar, ya que al fin y al cabo esto es un arte y lo que más importancia tiene es el esfuerzo y el trabajo. Si tienes un equipo fotográfico muy bueno pero luego no el dedicas las horas suficientes al final no te sirve de nada.
El tema de la iluminación en las fotografías es muy delicado, además de un tema que no todo el mundo suele tener en cuenta. Desde aquí vamos a romper una lanza a favor de las fotos bien iluminadas y de las preciosas luces que los buenos profesionales saben fotografiar a la perfección.
Si queremos tener una buena iluminación en nuestras fotografías tenemos que ir probando. Con buena iluminación no me refiero a que todo tiene que estar perfectamente iluminado, sino que la foto tiene que presentar una luz acorde con la temática que contiene.
El efecto claroscuro se suele utilizar mucho cuando se quiere conseguir un estilo preciosista, pero a veces se abusa demasiado y termina quedando mal. La clave está en buscar la luz adecuada en todas las posturas, búsqueda que requiere horas y horas de trabajo.
Dentro de la búsqueda de esa luz perfecta para cada foto tenemos que tener en cuenta algo muy importante: el flash. Si el flash de nuestra cámara es muy potente tenemos que desactivarlo automáticamente, y es que la luz del propio flash desvirtuará por completo la imagen que queramos fotografiar.