La vida de José Ortiz Echagüe da para una enciclopedia (o dos). Imagínense: nació en Madrid en 1886 en Guadalajara y murió en Madrid noventa y cuatro años después, por lo que vivió el final del absolutismo monárquico, la República, dos guerras mundiales, una guerra civil, una dictadura o la Transición.
Siempre se dedicó a la fotografía de manera colateral, siendo su principal dedicación la aviación, la ingeniería y el automovilismo. Fue piloto de aviones y globos aerostáticos y fundó, en 1950, la primera empresa fabricante de coches en España: Seat.
Y a todo esto echaba fotos durante sus innumerables viajes a través de España y Marruecos. Éstas tenían una calidad tal que en los años treinta fue elegido por la revista American Photography como uno de los tres mejores fotógrafos del mundo.
Ortiz Echagüe comenzó a aficionarse a la fotografía cuando sólo tenía doce años, y poco a poco fue desarrollando un estilo fuertemente determinado por el juego de contrastes en blanco y negro, que no abandonó en toda su vida, y el pictoralismo.
El gran fotógrafo español siempre se movió lejos de la fotografía por la fotografía y entendió más bien la imagen fotográfica como un trasunto de la pintura clásica, jugando con las proporciones, la composición y la iluminación como un Velázquez o un Goya.
Aunque no fue fotoperiodista, sus series sobre las costumbres de España han terminado convirtiéndose en un documento esencial para comprender la evolución de la sociedad española a lo largo de los años.
En cualquier caso, nunca abandonó la fotografía artística, y cualquiera de sus obras están impregnadas de un talento innato para captar escenas de impecable belleza, realzadas por sus experimentos de laboratorio con el positivado y el carbón sobre papel sensible.
Su obra ha sido expuesta en museos como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York (junto a Goya, precisamente) o el Reina Sofía de Madrid. Casi la totalidad de su trabajo se encuentra en manos de la Universidad de Navarra, que se dedica a conservar y exponer de manera itinerante sus miles de imágenes de incalculable valor estético y documental.