En realidad es algo que se veía venir. A pesar de que tanto el iPhone de Apple como el Galaxy de Samsung han copado las listas de las cámaras móviles más utilizadas en la red, los expertos en telefonía móvil siempre han destacado la cámara del Nokia N8 como la mejor de todo el mercado. Así que sólo era cuestión de tiempo que la marca nipona se sacase de la manga un móvil que deja a la altura del betún las prestaciones de los móviles más de moda en el mundo de la telefonía.
El Nokia 808 PureView parece más una cámara con teléfono integrado que un móvil con cámara. Su sensor de 1/1,2 pulgadas es capaz de ofrecer 41 megapíxeles, que su procesador maneja a su antojo para conseguir imágenes de una nitidez sin parangón.
Por otra parte, la conversión de esos 41 megapíxeles a formatos más sensatos (¿para qué quiere el usuario de un móvil tantos megapíxeles?) permite disponer de un zoom digital poderoso y limpio sin pérdida de calidad (o eso se puede deducir del funcionamiento de su sensor y su procesador integrado).
Pero no es esto lo que más llama la atención del nuevo modelo de Nokia (o, al menos, no a mí). Lo mejor de todo es que el 808 PureView dispone de un objetivo Carl Zeiss con una apertura máxima de f/2.4. Es decir: una calidad óptica que está muy por encima de cualquier otro móvil del mercado.
¿Recuperará Nokia al fin el podio que le corresponde en el mercado de la telefonía móvil? Yo, personalmente, lo dudo. El iPhone de Apple y el Galaxy de Samsung juegan en otra liga no por sus limitadas prestaciones (muy inferiores a las de Nokia), sino por la fortaleza mercadotécnica que rodea a cada uno de sus modelos.