¿Te imaginas subiendo un risco del Himalaya con tu Nikon D800 a cuestas o con el agua hasta la cintura mientras inmortalizas las zambullidas de tus sobrinos con una Canon 1D X? Bien, pues las cámaras todoterreno son una alternativa para acabar con estas funestas situaciones sin renunciar a nuestro amor por la fotografía.
De hecho, es habitual encontrar fotógrafos que complementan su ya nutrido equipo con una de estas cámaras que sacrifican prestaciones excelsas a cambio de una mayor resistencia en las situaciones más exigentes.
Así, tras asistir al lanzamiento de una nueva cámara todoterreno por parte de Canon, ahora le toca el turno a una de sus competidoras: Olympus, que ofrece dos nuevos modelos tan resistentes como feos (parece que la resistencia de una cámara es inversamente proporcional a la belleza de su diseño; qué se le va a hacer).
La Olympus Tough TG-820 dispone de un sensor de 12 megapíxeles retroiluminado y diseñado con tecnología iHS para mejorar las tomas en condiciones luminosas complejas; grabación de vídeo en Full HD, estabilizador integrado y zoom óptico de 5 aumentos (duplicables digitalmente).
En lo que se refiere a su resistencia (que es de lo que se trata, al fin y al cabo), la TG-820 es capaz de sumergirse hasta los 10 metros de profundidad (un desafío para nuestros pulmones), es resistente al polvo y a la nieve, y soporta una presión de hasta 100 kilos, lo que garantiza buenos resultados hasta en las fotos que le hagamos a la familia.
La TG-620, mientras tanto, posee unas prestaciones casi idénticas a las de su hermana mayor, con la diferencia de que soporta menos metros de agua o menos peso sobre su cuerpo de arriesgado diseño.
Si te va la marcha, no lo dudes: Olympus tiene dos buenas cámaras para ti y para tus experiencias extremas por unos 300 euros.