Cuando Canon presentó recientemente su renovada 5D (la Mark III para los amigos), muchos profesionales se echaron las manos a la cabeza. Y no tanto porque no se sintiesen suficientemente motivados con las prestaciones fotográficas de ésta como por lo poco que había invertido la empresa nipona en mejorar las funciones de vídeo ya presentes en otros modelos, como la 7D o la más reciente 60D.
Claro que estaba jugando al despiste. Canon ha preferido segmentar aún más su línea de productos y acaba de anunciar un nuevo modelo que se mueve entre la fotografía de altísimas prestaciones y sus nuevas cámaras destinadas exclusivamente para la grabación de vídeo. Un modelo denominado 1D-C que aúna las prestaciones de la inmensa 1D-X con la tecnología de sus cámaras profesionales para grabar vídeo.
¿Qué significa esto? Pues que además de contar con todas las características de su cámara fotográfica más avanzada y cara será capaz de grabar películas en resolución 4K; es decir: con una resolución de 4096 x 2160 píxeles, el cuádruple de la que entra dentro del Full HD.
Por supuesto, las exigencias de una resolución tal impiden que la 1D-C grabe a más de 24 frames por segundo; claro que siempre podremos recortar la resolución a la mitad (2K) o a Full HD para alcanzar los 60.
Por otra parte, el nuevo modelo de Canon posee un modo de recorte integrado que “convierte” la película a 35 milímetros, lo que la hace susceptible de aceptar todos los objetivos que se suelen emplear en el mundo del cine.
Aún no se conoce con exactitud la fecha de salida de este monstruo híbrido, aunque sí que su precio sobrepasará los 10.000 euros, lo que nos anima a seguir vendiendo todas nuestras propiedades para no quedarnos atrás con nuestras miserables Mark, 7D o 60D.