Werner Bischof es un inmenso fotoperiodista que no tuvo el tiempo necesario para desplegar todo su talento y todas sus inquietudes de corte humanista. Murió con sólo 39 años en un accidente de coche en los Andes, mientras se disponía a preparar un reportaje en la región del Amazonas.
Nació en Zúrich, Suiza, en 1932, donde estudió Artes Decorativas. Alumno del fotógrafo objetivista Hans Finsler, desarrolló con rapidez un estilo preciso y perfeccionista con el que trataba de mostrar la realidad en tanto que tal, desprovista de perspectivas o elementos subjetivos que la malversasen.
Toda su obra gira en torno al ser humano, llegando a manifestar que no le veía sentido a fotografiar cosas que carecían de alma.
A principios de los años cuarenta recorrió gran parte de Europa retratando los nefastos efectos de la Segunda Guerra Mundial en las poblaciones, centrándose muy particularmente en la manera en la que incidían en la vida de los niños.
En 1949 pasó a formar parte de la Agencia Magnum como fotorreportero internacional, viajando continuamente de un lugar a otro haciendo pasar los hechos por su mirada perfecta, limpia y precisa.
Su trabajo más importante lo realizó, sin embargo, para la revista Vogue. Se trata de un amplio reportaje en el que describe la vida de los niños pobres en la provincia india de Bihar (“Hambre en la India”).
Posteriormente, realizó trabajos similares desplazándose a otros países acuciados por la pobreza, como Indochina, Corea o Japón.
El accidente que sufrió en los Andes peruanos (Trujillo) en el año 1954 junto al afamado geólogo Ali de Szepessy puso fin de manera abrupta a una muy prometedora carrera.
En la actualidad, Werner Bischof es considerado como uno de los más grandes fotoperiodistas humanistas del pasado siglo, y su obra “Hambre en la India” constituye todo un clásico dentro del género.