Como ya anunciamos en otra entrada, la nueva Canon EOS 650D de Canon viene lastrada por un problema relativo a los materiales que han empleado para su fabricación. Este problema reside, más concretamente, en el plástico que recubre la empuñadura de la cámara, que bajo determinadas condiciones climáticas (calor y humedad) puede llegar a producir reacciones de orden alérgico entre sus usuarios.
Pues bien, en este comunicado, Canon reconoce de manera explícita el problema y ofrece una serie de consejos para evitar problemas mayores. Así, comienza explicando que los modelos afectados por el error de fabricación son aquellos cuya empuñadura empieza a desgastarse con rapidez, adquiriendo un color blanquecino, y que lo primero que hay que hacer es lavarse las manos tras tocar dicha empuñadura y jamás llevarse los dedos a los ojos, que pueden irritarse y llevarnos de cabeza al hospital.
Por otra parte, este fallo (difícil de comprender, la verdad) le va a salir por un riñón a la compañía japonesa, que ya ha confirmado la retirada de 68200 unidades de la 650D.
Asimismo, en la página antes enlazada encontraréis un breve formulario para saber si vuestra cámara se encuentra entre las damnificadas por la falta de pericia de Canon. Sólo tenéis que introducir el número de serie de vuestra 650D (que se encuentra en la base de ésta, junto al adaptador para el grip externo) y remitirlo a la compañía, que no tendrá más remedio que recoger el modelo defectuoso y cambiarlo por uno que no produzca reacciones alérgicas.
En fin. Como podéis ver, a pesar de los premios, el renombre y la indudable calidad de muchos de sus productos, éste no está siendo precisamente el año de Canon, que está tirando por la borda todo un periodo financiero por trabajar rápido y mal.