Paul Strand es uno de los grandes hijos de su tiempo. En su carrera se pueden advertir claramente todas las convulsiones estéticas e ideológicas que se produjeron a principios del siglo XX, y en su mirada se concilian lo antiguo con lo moderno, lo vanguardista con lo clásico, la vieja concepción de la fotografía, considerada como simple imitación de la pintura, con la autónoma.
Hijo de emigrantes checos, nació en Nueva York en 1890, y con sólo 18 años comenzó a realizar sus primeros trabajos. Fuertemente influenciado por los pintores de la época (Picasso o Cezanne), pronto abandonó el pictoralismo propio de la época para investigar la fotografía como un arte autónomo con sus propios principios y sus propias leyes.
De este modo, tras pasar por la “Ethical Cultura High School”, donde entró en contacto con los fotógrafos de la “Galería 291”, empezó a desarrollar lo que se conoce como “fotografía directa”.
De lo que se trataba no era de imitar cuadros neoclásicos o de montar suntuosas escenas en estudio donde los retratados posaban de forma amanerada; sino de captar la vida misma, los objetos propios de la fotografía, sin ninguna clase de artificio.
Pronto empezó a publicar sus primeros libros y a subsistir con su propio estudio, sintiéndose cada vez más atraído por el mundo del cine. Así, rodó diversas películas que son consideradas a día de hoy como auténticas obras maestras.
Sin embargo, su amor por el cine nunca lo apartó de la fotografía, en la que penetró a través de todos los géneros posibles: retratos, paisajes, arquitectura, meras relaciones geométricas… Se puede decir que Paul Strand hizo todo lo que es posible hacer, y que además lo hizo genialmente.
También fue el primer autor que decidió realizar robados por la calle. Cuentan que se hizo con dos lentes que acoplaba a su cámara para que los retratados fortuitos no advirtiesen que los estaban retratando, y que así conseguía una naturalidad ejemplar.
Murió en 1976, y es considerado actualmente como uno de los más grandes e importantes fotógrafos de todos los tiempos.