Anton Corbijn es uno de los fotógrafos musicales más aclamados de todos los tiempos. Suyas son algunas de las tomas más representativas de la música moderna, y siempre será recordado por el espectacular trabajo que realizó para la banda irlandesa U2 a propósito de su trabajo “The Joshua Tree”.
Posteriormente comenzó a interesarse por el mundo del cine, y recibió decenas de premios por su primer largometraje, “Control”, en el que narra a través de una impecable fotografía en blanco y negro la carrera de Ian Curtis, amigo personal del artista y malogrado líder de Joy Division.
Tom Waits, por su parte, es una leyenda viva, uno de los más grandes músicos de jazz, blues y rock que aún posee la valentía para seguir reinventándose cada pocos años a través de discos memorables, como el recién publicado “Bad As Me”.
La relación entre ambos artistas viene de muy atrás. Así, ya en 1977 Corbijn realizó sus primeros retratos del hombre de la voz cavernosa, plasmando como pocos ese universo tan genuino que lo define.
Ahora, a propósito de los 25 años de encomiable colaboración, Waits y Corbijn publican un libro de fotografías que recoge todo su trabajo conjunto, así como 50 páginas de “reflexiones” y fotografías del propio Tom Waits, que muestra los retratos de su vida ordinaria.
Por si todo esto fuera poco, la introducción del libro está escrita por el inconmensurable director de cine Jim Jarmusch, responsable de auténticas obras de arte (desde un punto de vista fotográfico y narrativo) como “Ghost Dog”, “Coffe and Cigarettes” (en la que participa el propio Tom Waits) o “Dead Man”.
“Waits/Corbijn ’77-‘11” se publicará en Europa en mayo del presente año (el día 8, para más señas), y contará con una limitadísima tirada de 6.600 ejemplares. Un libro espectacular que todo amante de la música, el cine o la fotografía debería tener en sus estanterías.