¿Es una bridge? ¿Es una compacta? La recién presentada Sony Cyber-shot DSC-HX50V vuelve a desdibujar la línea que solía separar los tipos de cámara alardeando de unas prestaciones interesantes (propias de una bridge) en un cuerpo muy reducido (propio de compacta de bolsillo).
Y es que, como ya venimos hablando desde hace más de un año, las más beneficiadas por el desaforado desarrollo tecnológico de la fotografía digital no son ni las réflex ni las cámaras sin espejo, sino las siempre rentables cámaras compactas, ya sean bridge o automáticas.
Valga como ejemplo esta HX50V (renovación mayor de la HX20V):
Tamaño compacto de bolsillo: sólo 10x6x3 centímetros y sólo 270 gramos; zoom de 30 aumentos (24-720mm) en un objetivo integrado con luminosidad máxima de f3.5-6.3; estabilizador de tres ejes (menos mal, porque se hace difícil sostener algo tan pequeño cuando manejamos 720mm) y un cuerpo equipado con un pequeño grip.
Por si todo esto fuera poco, luce un sensor CMOS de (ojo) 20 megapíxeles y es capaz de hacer hasta 10 fotografías por segundo en su modalidad ráfaga.
Por supuesto, dispone de sus modos de disparo automático lastrados por los filtros creativos y graba vídeo en Full HD, aunque lo más interesante es que permite emplear modos de disparo manual (si no, no estaríamos hablando de una mini-bridge).
Por último, viene con conexión WIFI y GPS.
¿Se le puede pedir más a una cámara tan pequeña? ¿De verdad alguien puede pedir más por 440€? Con modelos como éste, uno empieza a pensar que el sector de las cámaras sin espejo debería empezar a plantearse fabricar únicamente modelos de gama alta, ya que para ofrecer todas estas prestaciones tendría que irse (no olvidemos que al cuerpo de las EVIL hay que sumarle los objetivos intercambiables) a los 1000€.
Según la nota de prensa emitida por Sony, la HX50V estará disponible en nuestro país a partir del próximo mes de mayo.