Por qué los principales fabricantes de cámaras digitales sacan al mercado sus nuevos productos sin afinarlos del todo es algo que escapa a toda lógica. Sí, se puede pensar, y con razón, que cuando la competencia entre firmas como Canon y Nikon es tan feroz no queda otro remedio que atender a la urgencia antes que a la calidad, pero no deja de ser un contrasentido que “pequeños” detalles terminen por hacer tu producto menos apetecible que el de la competencia.
Una actualización de firmware es, la mayor parte de las veces, un parche con el que se pretende solucionar algo que debía funcionar a la perfección desde el lanzamiento de un producto. Y si no, recordad cómo las marcas antes mencionadas han tratado de solucionar los problemas más evidentes de sus cámaras actualizando el susodicho firmware.
Y es que éste no es sino el regulador de la relación que se establece entre un hardware y un software. Es decir: habilita el funcionamiento de determinadas capacidades creando un nuevo nexo entre uno y otro.
Así, Canon acaba de presentar un nuevo firmware para las celebradas y premiadas Canon EOS 5D Mark III. Una actualización que mejora un par de detalles elementales para seguir compitiendo con Nikon.
Por un lado, permite que la grabación de vídeo en HDMI se produzca sin ninguna clase de compresión, evitando la pérdida de la calidad y equiparando sus prestaciones a las de la Nikon D800.
Por otro, soluciona un fallo (o más bien una limitación) que subsanaron no hace demasiado en las flamantes Canon EOS 1D: la posibilidad emplear los puntos de enfoque en cruz con duplicadores que parten de aperturas inferiores a f8 (las más empleadas en la fotografía de naturaleza y animales).
En este enlace podéis haceros con la codiciada actualización de firmware.