Que la historia la escriben los vencedores es cierto. Tampoco es cosa de ponerse con Gadamer y la hermenéutica, pero está claro que los recuerdos colectivos se construyen a partir de la ideología reinante y los intereses económicos o políticos; y, sobre todo, que hay ciertos personajes que se quedan en los márgenes de la historia y la memoria.
Éste es el caso del fotoperiodista José Demaría Campúa, uno de los primeros fotorreporteros de nuestra historia que ahora viene a rescatar el libro “Antología de un reportero y artista gráfico”, escrito por Rafael Moreno y José F. Demaría, nieto del fotógrafo.
¿Qué ha llevado al olvido de Campúa? Probablemente que siempre estuvo del lado de Franco, de la realeza; que se encuentra ideológicamente en las antípodas de Masats y compañía… Pero no es nuestro cometido vincularnos a ideologías o tendencias, sino hablar pura y exclusivamente de fotografía.
“Antología de un reportero y artista gráfico” indaga en la vida y la obra de un profesional entrañable que nunca quiso destacar. Fotógrafo de Alfonso XIII, Victoria Eugenia, Franco, Las Hurdes o la batalla del Ebro es el responsable de todas esas fotografías que nos ayudan a entender qué era nuestro país desde 1900 hasta la transición democrática.
Muy estimado por la realeza, su fotoperiodismo se caracterizaba por la espontaneidad. Nunca hacía posar a sus retratados, y esperaba pacientemente el momento oportuno para expresar narraciones fijas sin molestar a los protagonistas.
Montó su propia agencia de fotografía y fue nuestro primer luchador por el reconocimiento de los derechos de autor y del prestigio del trabajo del fotoperiodista.
El libro de Rafael Moreno y José F. Demaría rescatan del olvido 300 imágenes de Campúa (muchas de ellas inéditas), lo que supone sólo una milésima parte de todo el archivo iconográfico que compone la obra de éste.