Reconocida por la Unesco en el año 2003 como Memory of The World, “The Family of Man” viene a ser algo así como la exposición fotográfica por antonomasia. Una suma de nombres relevantes e instantes preciosos que tienen como fin expresar en una sola colección “la alegría, el misterio y la bondad del ser humano”.
Así pues, la exposición más famosa de la historia, que ha sido visitada por unos 10 millones de personas, es un canto a la esperanza y a la naturaleza más amable del ser humano, que es retratada por los mejores artistas de la historia… Tomen nota: Henri-Cartier Bresson, Elliott Erwitt, Bill Brandt, Robert Frank o Garry Winogrand en un solo espacio…
En total estamos hablando de 503 fotografías pertenecientes a 273 autores de 68 nacionalidades diferentes. Un babilónico proyecto que lleva desde el año 1955 (se inauguró en el MOMA de Nueva York) visitando las galerías de los cinco continentes y que llevaba varada desde 2010.
16 años atrás se había convertido en una exposición permanente en el impresionante castillo luxemburgués de Clervaux; sin embargo, cuando éste tuvo que ser restaurado, la exposición no tuvo otro remedio que permanecer aletargada hasta justamente ahora, cuando el castillo vuelve a abrir sus puertas al público.
El origen de la exposición se encuentra en los pruritos humanitarios del pintor y fotógrafo Edward Steichen, director del Departamento de Fotografía del MOMA, quien consideró la posibilidad de diseñar una colección fotográfica permanente que expresase a través de los mejores autores y las mejores obras de la historia todo lo que de bueno hay en el ser humano.
El resultado, como podrán imaginar, es, sencillamente, cautivador.
Así que ya sabéis: si teníais la intención de hacer una visita improvisada a los Países Bajos durante este verano, no os olvidéis de pasaros por el Castillo de Clervaux; os encontraréis ante la colección más impresionante de la historia de la fotografía.