Lo interesante de la marca japonesa Ricoh es su versatilidad para trabajar con diversas gamas fotográficas sin irse jamás de precio. El que su nombre pase mayormente desapercibido entre los que están habituados a las eternas Canon, Nikon, Olympus o Sony supone, en realidad, una ventaja primordial: la humildad comercial.
De este modo, la firma nipona ha presentado esta semana una compacta tan elemental que resulta hasta llamativa en estos tiempos de réflex reconvertidas en micro cuatro tercios o compactas con sensores Full Frame. La HZ15 ofrece 16 megapíxeles en un sensor CCD, pantalla no abatible de 3 pulgadas y con una resolución muy limitada (230.000 puntos de resolución), grabación de vídeo en HD (a secas, sin Full) y 20 modos de escena para que los parámetros de la toma se apliquen automáticamente a cada situación.
Eso sí, su focal integrada tal vez despierte el interés de más de uno: con una abertura máxima de f/3.3, parte de los 24 milímetros en paso universal para llegar hasta unos nada despreciables 360.
También resulta interesante la estabilización de imagen marca de la casa, denominada Shake Reduction, que consiste en el empleo de un sensor CCD con desplazamiento que compensa los movimientos involuntarios y los pulsos frenéticos.
Por último, destacar la implementación de un botón dedicado en el cuerpo para acceder con facilidad a la grabación de vídeo y el diseño de un cuerpo robusto equipado con un pequeño grip y acabado con una textura que facilita el manejo y la sujeción de la cámara.
En resumen: una cámara elemental pero bien hecha, sin grandes pretensiones pero ideal para regalarla como primera cámara a los que empiezan a interesarse por eso de la fotografía.
Eso sí, aún desconocemos tanto su precio como la fecha de su lanzamiento en nuestro país.