El sólido matrimonio integrado por la ciencia y la fotografía parece indisoluble hoy más que nunca. Si el origen de la fotografía se encuentra en la cámara oscura de Aristóteles y sus primeros devaneos con las ciencias empíricas, la pasión por fotografiar galaxias, partículas y fenómenos físicos sigue siendo una de las bases del desarrollo del conocimiento científico.
Gracias a iniciativas como Fotciencia, este tipo de discurso gráfico no nos es del todo ajeno a los neófitos. La ciencia salta a las galerías por obra y gracia de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Fotciencia es un concurso fotográfico que conduce a una exposición itinerante que se acaba de inaugurar en Jaén (más concretamente en su Parque Científico y Tecnológico). En ella se muestran las 49 imágenes más destacadas del certamen, que vienen acompañadas por pequeños textos explicativos que nos sitúan en el contexto de cada fenómeno científico.
Dentro de la exposición y el concurso se diferencian dos categorías bien distintas: de un lado, lo grande, lo inmenso y lo mediano; del otro, lo diminuto, lo invisible para el ojo humano, que es captado con una tecnología fotográfica a la que muchos no tenemos acceso.
De este modo, en Fotciencia podemos ver tanto el vuelo de la “Avispa asiática patrullando el colmenar” como un curiosísimo macro del grafeno al estilo “post-impresionista” (verdaderamente parece un Van Gogh).
La exposición, que se puede visitar en la Sala de Catas de Geolit (en el ya mencionado Parque Científico y Tecnológico de Jaén) hasta el próximo 6 de octubre, constituye la muestra itinerante más visitada durante el pasado año en España, lo que supone, sin duda, un rayo de esperanza dentro de nuestra esclerosada cultura.