David Douglas Duncan es un importante fotógrafo de guerra que guardaba como oro en paño los retratos de uno de los momentos más inolvidables de su larguísima existencia (tiene, actualmente, 97 años): los que compartió junto a Pablo Picasso en su casa de París a finales de los años 50.
El fotorreportero estaba en realidad en París sólo de paso. Sólo estaba realizando una escala en la capital francesa cuando el genio malagueño lo invitó a que pasase una temporada en su casa.
Picasso sabía de Douglas Duncan gracias a un amigo común, el señor Robert Capa, y le recibió con una familiaridad y un desparpajo (cuenta el fotógrafo que la primera vez que se vieron Picasso iba completamente desnudo) que fascinaron al norteamericano.
De su estancia y sus idas y venidas a la casa Picasso el fotorreportero guardó cerca de 200 fotografías llenas de intimidad y de momentos clave. Así, son muchos los fotógrafos célebres que han retratado a Picasso, pero muy pocos los que han estado lo suficientemente cerca de él como para captar su forma de trabajar o algunos elementos de su genial misterio.
Hace apenas cinco días, el amabilísimo y humilde David Douglas Duncan se trasladó al Museo Picasso para acudir a la presentación de la primera exposición de las obras cedidas por éste a la fundación, no sin sorprender a propios extraños con la cesión de dos nuevos retratos a todo color y en amplio formato inéditos hasta el momento.
Esta primera exposición recoge sólo 64 fotografías de la donación Douglas Duncan, aunque sólo es un prolegómeno de la muestra del resto del fondo iconográfico, que espera exponerse hacia mediados del año que viene.
Se puede ver en el ya mencionado Museo Picasso hasta el 12 de enero de 2014.