Con tanta sin espejo y tanto experimento tecnológico (muy interesantes, las verdad) por parte de marcas como Sony, ya echábamos de menos una compacta de toda la vida en condiciones, que ofrezca todo lo que necesita el fotógrafo medio sin necesidad de andar comprando objetivos externos.
Por suerte, Fujifilm sigue haciendo las cosas maravillosamente bien y acaba de presentar una nueva compacta de gama alta que satisfará hasta a los fotógrafos más exigentes.
La Fujifilm XQ1 presume de ser la cámara más rápida del mundo, y debe presumir con razón cuando leemos las cifras que describen su velocidad de funcionamiento: enfoca en sólo 0,06 segundos y el retardo desde que se realiza éste y se produce el disparo es de 0,015 segundos.
Todo esto es posible gracias al motor de procesado, denominado EXR II, que además es capaz de generar y manejar archivos RAW con gran eficiencia.
En lo que se refiere a su sensor, la pequeña compacta de la gama X luce un X-Trans CMOS II que contiene 12 megapíxeles, una resolución comedida e inteligente que permite obtener una muy buena calidad de imagen con poco ruido (alcanza los 12800 ISO).
Dispone de controles manuales además de modos automáticos y filtros, aunque con la particularidad de que todos los botones para acceder a ellos están situados alrededor del objetivo integrado.
El usuario medio tampoco echará de menos objetivos complementarios, ya que la XQ1 viene con un Fujinon de lo más completo: compuesto por 4 lentes asféricas y tres lentes de dispersión extra-baja recubiertas por materiales anti-destellos, parte de un muy atractivo número f de 1.8 y ofrece 4 aumentos.
Por último, subrayar el tamaño reducido de la cámara, su precioso diseño de corte clásico, la grabación de vídeo en Full HD y la integración de Wifi.
Por supuesto, desconocemos su precio en España.