Las cámaras Leica son joyas. Además de ofrecer unas prestaciones muy por encima de lo que estamos acostumbrados a denominar como “profesional”, son una suerte de objetos mágicos por su legendaria carrera. Así, su nombre está indisolublemente asociado al de genios de la fotografía como Henri Cartier-Bresson, Robert Capa o Sebastiao Salgado.
Conscientes de ello, los responsables de la firma aprovechan para jugar en una liga comercial que vive al margen de las consabidas cámaras japonesas y para realizar cada pocos meses ediciones limitadas.
La que acaban de presentar se diferencia, sin embargo, de todas las anteriores por el singular aspecto que podéis ver en la imagen que abre esta entrada. La Leica M for (Red) ha sido diseñada nada más y nada menos que por Jonathan Ive (responsable de la mayor parte de los diseños más legendarios de Apple) y Marc Newson (responsable de diversos diseños industriales y la Pentax k-01).
La cámara no saldrá a la venta en los circuitos comerciales a los que estamos habituados, y sólo se podrá adquirir a través de una subasta que tendrá lugar el mes que viene en la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s.
El dinero recaudado con la venta de la Leica irá destinado a la fundación internacional The Global Fund Fight AIDS, que tiene como fin combatir la malaria, la tuberculosis y el SIDA en los países más deprimidos del Tercer Mundo.
Aun aplaudiendo la iniciativa y el esfuerzo de los diseñadores (que llegaron a desechar 500 prototipos diferentes), a mí, personalmente, me parece una aberración de cámara Leica, que pierde por completo su identidad para plegarse al aspecto de un Macbook mondo y lirondo (por ese metal perforado, por ejemplo).
Eso sí, esperamos que el futurible comprador tenga un gusto completamente distinto al mío y pague una buena cantidad por el modelo.