Tras dar a conocer su aspecto y su fecha de lanzamiento, Fujifilm ha presentado de manera oficial la ansiada X-T1, la cámara sin espejo más atractiva de la firma que se convierte, según sus fabricantes, en “el mejor modelo que han fabricado hasta la fecha”.
Con un diseño robusto y clásico, destaca por su cuerpo sellado en 86 zonas diferentes (que la convierten en una todoterreno resistente al polvo, el frío y al agua) y su sensor de tamaño APS-C de 16 megapíxeles y con tecnología X-Trans.
Dispone además de un mejorado visor electrónico central OLED con 2,4 millones de puntos de resolución, empuñadura lateral y un flash externo que se vende junto con la cámara.
Entre sus restantes especificaciones destaca su velocidad, que la convierte en la X-Trans más rápida del mercado: posee una velocidad de obturación máxima de 1/4000, un disparo en ráfaga de 8 fotogramas por segundo, y un tiempo de respuesta de 0,05 segundos en lo referido al disparo, medio segundo desde que se enciende la cámara hasta que ésta dispara, y de 0,08 segundos de enfoque.
Posee además un sistema de enfoque híbrido, y una sensibilidad que parte de 100 hasta alcanzar los 51.200 ISO.
Por supuesto, como viene sucediendo con todos los modelos no profesionales que se precien, tiene una pantalla abatible de 3 pulgadas y permite disparar en modo manual y en RAW.
En lo que se refiere a su conectividad, viene con WIFI integrado, que posibilita no sólo transferir las imágenes al ordenador de forma inalámbrica, sino también controlar la cámara desde distintos dispositivos móviles.
Por último, señalar que posee un estabilizador integrado que funciona con los objetivos tipo OIS.
Sale por un precio de 1.200€ (sólo el cuerpo) y de 1.600€ junto con algún objetivo.