Aunque ya conocíamos a los tres finalistas del Premio Luis Valtueña de fotoperiodismo humanitario, no ha sido hasta ahora cuando al fin se ha hecho público el nombre del ganador absoluto, que no es otro que el fotógrafo sueco Niclas Hammarström.
Tras consultar a las autoridades suecas, Médicos del Mundo se vio obligada a mantener el nombre del ganador en secreto por motivos de seguridad, ya que Hammarström había sido secuestrado por las milicias sirias el pasado mes de noviembre y cualquier movimiento por parte de gobiernos y asociaciones occidentales podía haber conducido a una situación crítica.
Una vez liberado, el autor sueco se ha hecho muy merecidamente con el premio (6.000€ para desarrollar un proyecto con Médicos del Mundo), precisamente por la serie Aleppo, que indaga en los efectos de la guerra en la sociedad siria.
Niclas Hammarström se dedica a la fotografía desde que era muy joven, y se centró en su estudio en Estocolmo. Durante 10 años trabajó para el periódico sueco Aftonbladet, cubriendo en los EEUU acontecimientos y sucesos elementales en la historia contemporánea, como la masacre de Waco, el atentado contra las Torres gemelas o las olimpiadas de Atlanta.
Sin embargo, tras cubrir los Juegos Olímpicos en Salt Lake City decidió abandonar la fotografía para cuidar a su familia y montar un negocio que mantuvo durante ocho años, hasta que decidió venderlo para volver a la fotografía.
En 2011 volvió a trabajar como freelance para el diario sueco Aftonbladet, y en el año 2012 quedó segundo dentro del premio absoluto de World Press Photo.
Su trabajo en Siria, que (repetimos) le ha hecho merecedor del Premio Luis Valtueña, destaca por su carácter crudo y humanitario, que refleja un talento descomunal para involucrarse en la escena a través de la mirada crítica.