Repetimos: lo más curioso dentro de esta vorágine tecnológica por lanzar la cámara sin espejo que más se acerque a la calidad de una réflex es la resurrección de las cámaras bridge (cámaras “puente” entre las compactas y las réflex). Aunque muchos las daban por muertas, lo cierto es que el desarrollo de las nuevas tecnologías está permitiendo sacar modelos cada vez más atractivos. Así que, antes de comprarte una Pen o una Nex, piénsate muy mucho si realmente estás dispuesto a sumir el sobrecargo que implica comprar objetivos por separado.
Un ejemplo de esto es la recién presentada Fujifilm FinePix S1. Aunque luce un sensor más pequeño que el de una cámara réflex APS-C, ofrece unos nada despreciables 16 megapíxeles en un CMOS retroiluminado, la posibilidad de disparar en RAW y en manual, además de los evidentes controles automáticos.
Dispone de pantalla trasera retráctil, WIFI y grabación de vídeo en formato Full HD, además de un visor electrónico de lo más apañado y una espectacular estabilización de 5 ejes.
Aunque lo que más llama la atención de esta FinePix avanzada es su objetivo integrado, un Fujinon que se atreve con un zoom de 50x. Esto es: parte de los 24mm para alcanzar la friolera de 1.200mm. En lo que se refiere a su luminosidad, ofrece un interesante número f de 2.8.
Por último, y como habréis advertido por la morbosa foto que abre la entrada, la nueva bridge de Fujifilm es resistente a la arena, el polvo y el agua (lo que no quiere decir que sea sumergible, ojo) gracias a su cuerpo sellado.
En definitiva: nos hallamos ante una bridge con unas especificaciones impensables hace apenas dos años, y que se presenta como una muy buena opción para los que no quieren complicarse la vida con objetivos intercambiables (ni resultados profesionales, por supuesto).