Supongo que la mayoría habréis oído hablar de los respaldos digitales sin saber muy bien de qué se trata. Cámaras por módulos extrañas y de altísima calidad que por alguna extraña razón cuestan una millonada y sólo son empleadas por fotógrafos profesionales.
Pues bien, antes de ir con la noticia a la que se debe este post, aclaremos dudas:
Un respaldo digital es un módulo dotado de sensor, pantalla y diversos modos de conexión que sirve para acoplar una cámara de formato medio a las ventajas que ofrece una cámara digital. Es decir: sirve para traducir el lenguaje de las cámaras de formato no universal (las universales son las de sensor de tamaño CCD, APS-C y Full Frame) al que emplean nuestras cámaras.
Sirve además para montar una cámara analógica sobre él y traducir la información analógica a digital.
Hasta ahora, los respaldos digitales trabajaban con sensores tipo CCD, que se encargaban de traducir la información captada por la cámara de formato medio a un lenguaje digital universal. Sin embargo, desde hace un tiempo, Hasselblad estaba trabajando en el desarrollo de un respaldo digital dotado de un sensor tipo CMOS.
Pues bien, Phase One, que es la gran competidora de la legendaria marca para astronautas, acaba de lanzar un respaldo digital con un sensor tipo CMOS con (ojo) 50 megapíxeles. Su tamaño (el del sensor) es de 44×43 centímetros, lo que supone que ofrece una superficie sensible un 68% mayor que una Full Frame.
Además, ofrece un rango dinámico de 14 pasos (una 5D ofrece 12 si la exprimes) y un ISO de 6400.
Así pues, imaginaos la calidad de imagen a la que nos enfrentamos, lo que explica en gran parte su precio: 25.000€.
Por otra parte, el nuevo respaldo digital Phase One IQ250 cuenta con una gran pantalla táctil, Live View (aunque suele conectarse al ordenador mediante tethering) y WIFI.