A pesar de que la mayor parte de los orígenes de la fotografía europea está puesta a buen recaudo gracias al impagable trabajo de agencias e instituciones de carácter público y privado, nada es suficiente para garantizar la pervivencia de nuestra memoria colectiva fotográfica.
Además, no es lo mismo tener que desplazarse hasta un museo ubicado en Suiza para ver un documento concreto que disponer de él en el ordenador.
Por todo esto, el consorcio Europeana Photography ha decidido poner en marcha un programa del mismo nombre que pretende digitalizar medio millón de imágenes tomadas desde la invención de la fotografía (presuntamente en 1839) hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Un siglo en imágenes (y de imágenes) cuya pervivencia no sólo debe garantizarse, sino también hacerse pública y accesible gracias a internet.
Tan loable y faraónica empresa será posible gracias al trabajo conjunto de galerías, institutos y agencias privadas y públicas que pondrán al servicio del consorcio sus tesoros para que sean digitalizados.
Por supuesto, el proceso de selección y digitalización será un trabajo de chinos que llevará muchísimo tiempo, y seguirá el protocolo establecido por dos profesores e investigadores catalanes del Centro de la Imagen y la Tecnología.
Ellos se han encargado de formar a los miembros de las 19 instituciones que facilitarán el material gráfico, y les han dado las consignas para seleccionar las fotografías a partir de unas especificaciones técnicas muy concretas.
Europeana Photography servirá no sólo para poner a nuestro alcance la historia de nuestro primer siglo de fotografía (además del primer siglo de nuestra historia a secas), sino también para que podamos acceder a través de internet a la obra más relevante de los maestros de la fotografía europea.