El juego de Leica es realmente asombroso. Debe ser la única marca que es capaz de generar expectación en torno a un nuevo producto aunque la novedad de éste sólo se deba a un cambio de color.
Como ya todos sabéis, Leica vive mayormente de las ediciones limitadas. Sus cámaras son tan exquisitas que un mero cambio en su aspecto propicia el interés de los fotógrafos más pudientes.
En este caso, Leica ha decidido hacer una edición especial de su Leica X Vario, una compacta que llama especialmente la atención por el tamaño de su sensor: apenas un APS-C que contrasta frontalmente con los sensores de 35mm con los que suele trabajar la firma.
Dicho sensor CMOS contiene 16.2 megapíxeles y es capaz de grabar vídeo en Full HD y de trabajar con una sensibilidad ISO máxima de 12.500. Aunque lo que no tiene desperdicio es su objetivo integrado. Un Vario-Elmar 18-46mm f/3.5-6.4 ASPH. Esto es: una lente de altísima calidad conformada por nueve elementos, dos de los cuales son asféricos.
Aunque tampoco es una cámara especialmente rápida (llega a una velocidad de obturación máxima de 1/2000 y a un disparo en ráfaga de 5 fotograbas por segundo), está concebida como una herramienta ideal para trabajar fotografía callejera.
Por último, subrayar que carece de visor (aunque se le puede acoplar uno) y que su precio ronda los 2.500€.
¿Qué aporta esta nueva Silver Edition? Pues nada salvo el cambio del negro luto por algunos tonos plateados.
Si os fijáis, cualquier otra marca hubiese lanzado los dos colores disponibles de una sola tacada y sin montar ninguna clase de espectáculo, pero tratándose de la inmensa Leica, todo llama la atención.