Según anuncia el British Journal of Photography, Getty Images ha decidido cambiar radicalmente de política comercial debido al uso ilegítimo de las imágenes que integran su fondo iconográfico.
Aunque siempre han tratado de mantener un control férreo sobre las descargas de sus contenidos, no han tenido más remedio que reconocer que éste es completamente infructuoso por una muy sencilla razón: si alguien compra una imagen y la cuelga en su página web, al instante es descargada por otros usuarios sin pasar por Getty Images.
La solución, aunque parezca desconcertante, no lo es en absoluto:
Lo primero que han hecho ha sido liberar 35 millones de fotos para que las use quien quiera. Sólo tendrán que pagar por ellas aquellos que vayan a insertarla en una página web profesional. En otras palabras, sólo nos cobrarán si les damos un uso comercial, pero no si la insertamos en un blog (aunque gane dinero con publicidad) o en nuestra página personal.
Ahora bien (aquí viene la letra pequeña), el comportamiento de las imágenes bajadas de Getty ha cambiado sustancialmente. Sólo se pueden insertar introduciendo un código similar al que empleamos para enlazar un vídeo de Youtube, y se reservan el derecho a cambiar dicha imagen por publicidad cuando les plazca o incluso a estudiar el uso que hacemos de ella.
Resulta verdaderamente interesante: Getty Images ha decidido dejar de cobrar por el uso de sus imágenes para pasar a cobrar por publicidad y obtención de datos privados. Podrán rastrear en qué web se ha insertado, quiénes la visitan, etcétera, etcétera.
En principio iba a titular esta entrada “Getty Images ofrece gratuitamente 35 millones de imágenes”; pero ¿se pueden considerar gratuitas unas imágenes si a través de ellas se obtienen datos personales y publicidad?