Una de las modas más destacadas en el marketing actual es la de pretender que tengamos lo que todos pero sin que se note. Nos venden coches presuntamente exclusivos cuando son exactamente iguales a todos los demás, nos hablan de tú a tú cuando, para las empresas, sólo somos números que sirven para aumentar sus cuentas de ingresos.
Esta moda también se halla presente en el mundo de la fotografía. No hay más que echarle un vistazo a las innumerables ediciones limitadas que sacan Leica o Hasselblad. Y ahora le toca el turno a Fujifilm, aunque de una manera un tanto más modesta.
La firma japonesa acaba de lanzar su servicio X Signature, un invento que nos permite tunear nuestra cámara de fotos como si se tratase de un coche o una tabla de surf. Las prestaciones de la misma seguirán siendo exactamente las mismas, pero su aspecto, no.
Por ahora, el servicio sólo está disponible para el Reino Unido e Irlanda, aunque se espera que en breve aterrice en el resto del continente.
Por otra parte, Fujifilm sólo ofrece diferentes acabados para las cámaras de la serie X, que pueden optar a doce colores y texturas diferentes, que van desde un rosa escandaloso hasta una imitación de la piel de un cocodrilo hambriento.
En el siguiente enlace podéis echarle un vistazo a las diferentes conjunciones de texturas y colores a los que tendrán acceso los poseedores de una X Fujifilm, aunque cuidado porque podéis terminar perdiendo el tiempo jugando a vestir una cámara que ni siquiera poseéis (como ha sido mi caso).
El precio del tuneo es de 158€, lo que hará que más de uno se lo piense dos veces antes de adquirir el servicio.