Sin entran en honduras de orden político, hoy es un día que quedará grabado en la memoria gráfica de nuestro país: Don Felipe de Borbón está siendo coronado como nuevo Rey de España en el mismo instante en el que escribo esto. El despliegue mediático ha sido de órdago y no hay fotógrafo, cámara o televisión que no se haya lanzado a la yugular de tan apetitoso acontecimiento.
Del mismo modo, la coronación de Felipe VI se ha visto acompañada por un amplio, preciso y para algunos exagerado dispositivo de seguridad. Las fuerzas del Estado han sido movilizadas para que nada escape al protocolo y más de un centenar de francotiradores han sido desplegados sobre las azoteas más exquisitas de la capital.
Sin embargo, el exceso de celo puede conducir en ocasiones a caer en actitudes que pueden rozar la estupidez o la incongruencia.
Pedro Armestre es uno de los más grandes fotoperiodistas de nuestro país. Nacido en Orense hace 42 años, ha trabajado para El Mundo, Interviú o France Press, aunque destaca muy particularmente por su labor para la ONG Greenpeace. Ha ganado un buen saco de premios, como el Premio de Periodismo Manos Unidas o el Premio Foto Nikon a Mejor Fotografía del Año.
Sin embargo, cuando France Press solicitó la acreditación para que el fotógrafo cubriese la coronación de Felipe VI, ésta le fue denegada por cuestiones de seguridad. Armestre pensó en principio que se trataba de una equivocación, y la propia France Press pidió a la organización que reconsiderase su actitud.
Sin embargo, poco se ha podido hacer. Según palabras del fotógrafo, puede que su trabajo junto a Greenpeace (que, recordemos, colgó hace poco una pancarta en la fachada del Congreso de los Diputados) haya determinado el veto.
Hasta aquí, cualquiera puede pensar que el veto a Pedro Armestre tiene sentido cuando de lo que se trata es de garantizar el absoluto éxito de la ceremonia; pero si consideramos que recibió hace unos meses el Premio Internacional de Periodismo Rey de España de las manos de Don Juan Carlos I, llegamos a la conclusión de que la hipocresía es una enfermedad difícil de curar.
Fuente: Quesabesde