Lo de las cámaras de acción es una apuesta segura. Puede no interesarte especialmente la fotografía, pero sí inmortalizar tus aventuras a través de ella o a través del vídeo. Así, consciente de ello, Casio acaba de subirse al carro de las action cams con un modelo peculiar, denominado Exilim Split Camera.
Su principal reclamo se basa en su diseño, que parte de una idea interesante: la cámara y su controlador (que es, a su vez, la pantalla) se pueden separar o unir dependiendo de nuestras necesidades.
De este modo, Casio destaca tres usos elementales de la EX-FR10: como dos elementos separados, tal y como sucede con las cámaras de acción al uso; como una cámara para hacer selfies (un poco traído por los pelos, la verdad) gracias a la posibilidad de colocar la pantalla y la cámara mirando hacia el que dispara; y como una cámara corriente cuando unimos el controlador y el “cuerpo”.
La cámara se puede disparar además sin necesidad de utilizar el controlador, y se comunica con éste a través de su conexión Bluetooth, por lo que no tendremos que andar pendientes de cables o conectores físicos.
En lo que se refiere a sus especificaciones, monta un sensor CMOS pequeño (1/2,33 pulgadas) que se atreve con 16 megapíxeles, y trabaja con un objetivo gran angular de 21 milímetros. Por supuesto, graba vídeo en Full HD, y llegará a las tiendas niponas (lo que no supone ya un problema para comprarla en Occidente) con un buen número de gadgets para sujetarla donde nos parezca.
Estará disponible en 3 colores diferentes (rojo, blanco y verde), y desconocemos por ahora su precio.
Más información: Casio International