Más de uno pensará que esta noticia es de relleno y que constituye una de las chorradas más grandes que se pueden leer en una página dedicada a la fotografía, pero como veréis a continuación, la chorrada no es tal, y además viene perfectamente justificada por el uso que se suele dar a las cámaras GoPro.
Porque seamos honestos: ¿cuántas personas emplean la GoPro para asuntos serios, tales como el montañismo o el deporte de riesgo? Proporcionalmente, muy pocas. Cada vez que veas un vídeo absurdo de un tipo lanzándose por unas escaleras para hacer el ganso, ten por seguro que ha utilizado una GoPro.
En cualquier caso, vayamos con la noticia: siguiendo los pasos de la Action Cam de Sony, GoPro acaba de lanzar su propio arnés para perros de entre 7 y 54 kilos, que permite, como todos habréis imaginado, montar una cámara sobre (o bajo) nuestro mejor amigo.
Así, a diferencia del mencionado arnés de Action Cam, el de GoPro está diseñado de tal modo que nos da la posibilidad de colocar una cámara sobre su lomo y otra a la altura de su pecho.
¿Qué sentido tiene grabar un vídeo como si fuésemos un perro? Pues, para empezar, por poner en juego nuestra curiosidad y nuestra capacidad de inventiva. Tampoco hay que ser un genio para saber que los perros se desplazan a mayor velocidad, se meten en sitios en los que raramente nos meteríamos nosotros y nos ofrecen una perspectiva completamente inusual de la realidad.
Ahora bien, el arnés de GoPro puede tener otra utilidad más relevante: puede convertirse en el adminículo ideal para ayudar a la policía o a los bomberos en la búsqueda de objetivos concretos. Puede servir para ver lo que ve un perro mientras busca personas desaparecidas u otras cosas más truculentas en las que no vamos a profundizar.
Tendrá un precio de 60 euros, y está fabricado con un material acolchado para que nuestro can no se sienta demasiado incómodo mientras realiza sus primeros pinitos fílmicos.
Más información: página oficial de GoPro