La última que se ha apresurado a enseñar sus cartas ha sido Sony, que se ha tomado muy en serio lo de hacerle frente a GoPro y no para de idear nuevas formas de concebir la fabricación de cámaras de acción para marcar una diferencia a su favor.
La Sony Action Cam Mini (también llamada Sony HDR-AZ1VR) juega con una baza elemental en este sector del mercado: el tamaño y el peso. Al tratarse de una cámara que debe sujetarse a diversos soportes, la economía física es elemental.
Así, su nueva Action Cam sólo pesa 60 gramos, y mide apenas 7 centímetros de largo. El truco para fabricar una cámara tan pequeña se encuentra en un detalle bastante ingenioso: el GPS que la acompaña invariablemente se ha eliminado del cuerpo y se ha situado en el controlador o mando.
De este modo, la HDR-AZ1VR puede ser considerada como una de las cámaras de acción más manejables y cómodas del mercado, aunque ello suponga restringir la calidad de imagen que caracteriza a su hermana mayor, la HDR-AS20. Y tampoco es que la Mini sea pobre -es más, se atreve con la grabación de vídeo en Full HD y 12 megapíxeles-, pero su lente Carl Zeiss queda un poco lejos de la de modelos previos.
Es sumergible hasta los 5 metros de profundidad (ojo, durante un máximo de media hora) y saldrá a la venta el próximo mes de octubre por un precio de 350 euros.