Canon, Nikon y Olympus acaban de hacer públicos sus resultados de ventas durante el tercer trimestre del presente año, demostrando que la crisis dentro del mundo de la fotografía se mantiene, aunque sin llegar a extremos alarmantes.
Así, Canon ha perdido un 4,5% de ventas con respecto al año 2013 en el mismo periodo, mientras que Nikon ha perdido un 3,5 y Olympus un 14,7% no ya durante el tercer trimestre del año, sino durante el primer semestre.
Si tenemos en cuenta que la mayor parte de las cámaras se venden durante la campaña de Navidad y que la pérdida porcentual de ventas con respecto al año pasado tampoco es tan significativa (exceptuando la de Olympus), no es de esperar que la pérdida de beneficios haya sido relevante.
Lo que sí puede resultar significativo para comprender el estado de salud del negocio de la fotografía es el análisis del tipo de cámaras que han sufrido un descenso de ventas a nivel global.
En el caso de Canon y Nikon, se puede afirmar que las cámaras réflex, aunque hayan bajado levemente sus ventas con respecto al año pasado, siguen disfrutando de una muy buena salud. La mayor parte de las pérdidas se deben al escaso interés que despiertan las cámaras compactas entre un público que ya se conforma con la cámara de los teléfonos móviles.
En el caso de Olympus sucede un tanto de lo mismo, aunque en su caso hay que considerar que la marca nipona centra la mayor parte de su producción en la venta de cámaras compactas sin espejo.
Según Olympus, aunque sigue siendo el sector que más beneficios le reporta, este año están vendiendo bastantes menos de las que esperaban.
En definitiva: a la espera de las ventas del mes de diciembre (las más significativas) y los datos de otras compañías como Fuji o Sony, parece que el mercado sigue en recesión, y que las compactas de toda la vida están condenadas a ir desapareciendo a lo largo los próximos años.
Fuente: The New Camera