Cuando advertíamos que lo de Leica con sus ediciones limitadas y especiales rozaba el surrealismo, no exagerábamos en absoluto. Sólo de la Leica M, y sin dejarnos las meninges investigando, podemos encontrar su versión monocroma, su versión mini, su edición RED, la Monochrome Gibson o hasta una edición limitada de la Monochrome fabricada a propósito del 20 aniversario de Nordic Foto. Es decir: hasta 6 versiones distintas de un mismo modelo.
Ahora que Leica cumple 100 años, lo de la marca alemana va a ser un no parar, y al lanzamiento de nuevas cámaras acompañará la revisión de sus modelos más significativos dentro de su extensa y brillante historia.
La primera en ver la luz ha sido la edición limitada Leica M 100, de la que sólo se han fabricado 500 unidades y que cuenta con un importante reclamo para los coleccionistas: cuesta exactamente lo mismo que la Leica M estándar (unos 9000€ con objetivo).
Así, lo único que diferencia a esta M 100 de la Leica M a secas se encuentra en una serie de grabados en el cuerpo de la cámara, que nos recuerdan que Leica ha cumplido efectivamente un siglo.
Por lo demás, se sigue tratando de la misma cámara fabulosa sólo apta para los fotógrafos más solventes: una compacta telemétrica con un sensor de formato completo de 24 megapíxeles; la primera Leica capaz de grabar vídeo aunque sea a una resolución bastante reducida.
Se podrá adquirir en dos acabados diferentes (negro y plata), aunque estoy seguro de que mientras escribo estas líneas las 500 unidades se habrán agotado.
Por supuesto, la Leica M 100 no llegará sola, y ya se esperan las ediciones especiales de la Leica S y la Leica D-Lux 6, que vendrán acompañadas de sendos objetivos y maletas duras para guardarlas y transportarlas.