Adelantándose un día a la fecha fijada para su lanzamiento, Sony acaba de sacar al mercado su nueva compacta de objetivos intercambiables subrayando dos aspectos de ésta: su pequeño tamaño y su nuevo sistema de enfoque ultrarrápido. Mucho ojo a esta diminuta Sony A5100 porque promete.
Cuerpo pequeño pero corazón grande
Aunque tampoco nos tragamos eso de que “se trata de la sin espejo más pequeña del mercado” (argumento empleado por cinco firmas más, al menos), la nueva Sony A5100 posee un diseño atractivo que destaca, sobre todo, por su brevedad: sólo mide 10×6 centímetros y pesa 283 gramos, lo que garantiza una portabilidad extrema.
Sin embargo, lejos de quedarse en la moda de la miniaturización, la última CSC de Sony gasta un sensor en condiciones que también garantiza una buena calidad de imagen: un CMOS tamaño APS-C que alberga 24,3 megapíxeles.
Si a todo esto unimos un procesador Exmor de última generación, no nos cabe la menor duda de que nos hallamos ante una cámara que se venderá como churros.
Gran velocidad de enfoque
Pero, como bien sabemos ya todos a estas alturas, el tamaño no lo es todo; por lo que Sony ha decidido hacer aún más apetecible su A5100 estrenando un nuevo sistema de enfoque ultrarrápido denominado Fast Hybrid.
De este modo, une el enfoque por detección de fase (con 179 puntos) al de detección de contraste (otros 25), augurando un manejo rápido y versátil para aquellos que se atrevan con ella.
Por lo demás, maneja un ISO de hasta 25.600, se conforma con un disparo en ráfaga de 6 fotos por segundo y grabación de vídeo en Full HD.
Monta una pantalla trasera abatible hasta los 180 grados (ay, los selfies) y tiene un precio final recomendado de 650€.