Que Elliott Erwitt siga vivo demuestra que el mundo no es tan malo como a veces parece. El heredero de Cartier-Bresson, el más oportuno y genial de los fotógrafos callejeros (es una opinión, cómo no), acaba de realizar un reportaje para la marca de whisky escocés The Macallan en la que muestra que su genio sigue intacto a pesar de sus 86 años.
Conocido por su capacidad de observación, Erwitt recibió el encargo de tomar una serie de fotografías callejeras que consiguiesen mostrar el carácter puramente escocés, la peculiaridad y la extravagancia de los escoceses.
El resultado es una impresionante colección de 158 fotografías en las que muestra por qué es uno de los más grandes de la historia, además de una serie de consejos para que nosotros, los simples mortales, aprendamos a hacer mejores fotografías callejeras.
En primer lugar destaca lo que puede ser una obviedad, pero que tampoco lo es tanto: hacer fotos es dominar el arte de la observación. No se trata tanto de llevar una forma de vida como de ser capaz de ver lo extraordinario dentro de lo ordinario. Aunque para ver lo extraordinario es necesario mirar las cosas con interés y amor.
El humanismo es un requisito para ser un buen fotógrafo. Si no te importan tus semejantes jamás verás nada interesante en sus actos, jamás te adelantarás a lo que puede suceder, y nunca podrás captar nada que merezca la pena.
Así, antes que andarse con técnicas y razonamientos abstractos sobre lo que tienes delante, hay que lanzarse a por la foto, hay que hacerla nada más sentir la pulsión de registrar un hecho insólito.
Claro que no todo iban a ser consejos trascendentales (aunque completamente acertados): Erwitt también nos ofrece unos consejos técnicos que conviene no olvidar, como no olvidarnos de llevar siempre una cámara con nosotros, seguir el movimiento de las grandes masas para luego darnos la vuelta y captar el rostro de las personas, entrenar nuestra mirada mirando o cuidar el balance de claros y oscuros.
Si queréis ver todas las fotos publicadas por el momento de este tremendo reportaje y dejaros invadir por la sabiduría del gran Erwitt, no dudéis en visitar este enlace.
Fuente: My Modern Metropolis