Ya vimos hace algunas semanas algunos consejos sobre cómo fotografiar al agua ahora que las lluvias han llenado los ríos y los lagos. Pues bien, en esa anterior entrada vimos que debemos usar el control manual, llevar un trípode con nosotros y elegir bien el lugar donde vamos a captar esas imágenes, así que hoy vamos a seguir con algunos consejos más.
Velocidad de obturación
Una de las claves en este tipo de fotografía es importante conseguir una velocidad de obturación bastante baja, ya que, si logramos esto, tendremos casi todo el trabajo hecho. Eso sí, no os penséis que por poner la velocidad de obturación baja no tendremos que hacer nada más, ya que tendremos que seguir ajustando el resto de valores de la cámara, como es lógico.
Apertura del diafragma
Debemos seleccionar la menor apertura del diafragma (es decir, el número f más alto), ya que nos permitirá contrarrestar la luz que entra por la lente debido a la velocidad de obturación baja.
Sensibilidad ISO
En cuando a la sensibilidad ISO, debemos poner una ISO bastante baja, ya que cuanto más bajo sea el dicho valor, más tiempo de exposición necesitará la cámara para realizar fotografías aceptables.
La luz
Os aconsejo que esperéis a que haya poca luz en el sitio, ya que, a menos luz, más tiempo de exposición, lo cual nos favorece muchísimo. Es por eso por lo que es tan importante hacer las fotografías al amanecer o al atardecer, aunque yo os recomiendo el primer momento al 100%.
Controla la exposición
Por último os aconsejo que controléis la exposición de la cámara. Es por eso que, si os lo permite vuestra cámara, lo mejor es ajustar la configuración para subexponer un par de puntos. Esta es la forma de dejar intacto el detalle de la espuma en el agua.
Foto Jeff Watson