Ya hemos visto cómo es de importante el tener una batería extra, entre otros accesorios, para no quedarnos sin poder hacer todas las fotos que queramos, y es que a veces usamos tanto la cámara fuera de casa que es normal que lleguemos justos de batería al final de la jornada.
Por eso mismo, además de una batería extra, también tenemos la opción de adquirir uno de los cargadores manuales que hay en el mercado. Estos cargadores son seguro al cien por cien y no dan ningún tipo de problema. En cualquier gran plataforma seguro que nos pueden asesorar del que necesitamos, pero por regla general son todos universales, ya que traen varias clavijas distintas y el voltaje se puede variar.
Es cierto que gracias al enorme mundo de internet podemos encontrar este tipo de accesorios a muy buen precio, pero tenemos que tener siempre cuidado de lo que compramos, ya que nos pueden dar gato por liebre. Nunca nos tenemos que dejar llevar por un precio excesivamente barato, y es que lo barato suele salir caro.
Con un precio entre los 50 y 100 euros, un cargador manual nos puede dar hasta 1 hora de autonomía con 5 minutos de “ejercicio”, ya que tendremos que dar vuelta a la manivela para conseguir que nuestra batería reviva. Gracias a este accesorio podremos tener un poco más de libertar con respecto a los enchufes y a la necesidad de poner a cargar nuestra cámara, aunque, eso sí, siempre será mucho más cómodo enchufar la cámara y dejarla cargar durante un par de horas que darle a la manivela hasta que esté completamente cargada.