En el mundo de la fotografía hay una serie de accesorios imprescindibles para sacar el máximo partido a nuestra cámara fotográfica. Hoy día, con la cámara digital es muy normal tener varios accesorios, pero hay algunos de ellos que tienen un precio demasiado elevado y que es muy probable que no usemos más de dos veces en el tiempo que tengamos dicha cámara digital.
Entre los accesorios que más vamos a utilizar están los tripodes, las tarjetas, los forros, etc… Pero hay uno, que mucha gente se empeña en tener, al que no le sacaremos el máximo partido y que encima suele costar bastante dinero: la carcasa submarina. Este tipo de accesorio no es muy útil si no nos vamos a dedicar a la fotografía profesional, y es que no merece la pena gastarse más de 100 euros, que es lo que suele costar, para hacer 2 o 3 fotos debajo del agua.
Una de las pegas que tiene este accesorio es que necesitamos uno específico para cada modelo de cámara, por lo que no podemos guardar la carcasa submarina para cuando tengamos una cámara nueva, es decir, si compramos una carcasa submarina para una cámara Nikon no podremos luego utilizarla en una cámara Canon, por poner un ejemplo.
Ya cada uno puede pensar lo que quiera, pero la máxima de este accesorio es que si no se va a utilizar de forma asidua es mejor no tenerlo. De todas formas, hay un tipo de bolsa-carcasa que se puede encontrar en casi cualquier lado que tiene un tamaño estándar y que no suele salir muy cara, pero yo no me fiaria mucho de su impermeabilidad…