Hacía tiempo que no se hablaba tanto de una exposición fotográfica en los medios de comunicación, habitualmente renuentes a tratar algo que no sea tan rentable y obvio como la política o el fútbol. Y lo cierto es que no deja de ser absurdo que sólo se hable de fotografía cuando implica cierta forma de presunto escándalo, ya que es precisamente lo que busca el propio autor de “Obscenity” con sus imágenes.
Por otra parte, la colección de fotografías del artista canadiense Bruce Labruce sólo son provocativas en la medida en que la mirada del espectador sea timorata o asuma lo que ve como provocación. En otras palabras: el escándalo nunca se encuentra en la imagen, sino en la conciencia de quien la mira.
“Obscenity” es una serie de fotografías en las que se muestra y se significa al mismo tiempo la provocación y su relación con la censura. Los modelos, algunos de ellos tan conocidos como Alaska, visten símbolos y ropas que hacen referencia a la iconografía católica flirteando con su significado, adoptando posturas y expresiones explícitamente sexuales.
Pero Bruce Labruce no es nada ingenuo en este sentido. Sabe perfectamente lo que se hace y lleva ya más de una década jugando con la semiótica del lenguaje fotográfico, ahondando en la relación entre los iconos religiosos y la sexualidad más marginal (de hecho lo comparan con Warhol o Jean Genet).
Una anécdota: Mario Vaquerizo, que posa en una de las fotografías como el Cristo de La Piedad, fue inmediatamente despedido del programa en el que colaboraba de la emisora radiofónica La Cope.
Así que ya sabéis, hasta el próximo 4 de abril tenéis una cita en La Fresh Gallery de Madrid con un trabajo soberbio que cuestiona el sentido y el alcance del escándalo y la provocación dentro del lenguaje fotográfico.