Que Carl Zeiss, la mejor marca de objetivos del universo conocido, trabaja a un ritmo y según una filosofía que no tienen nada que ver con el del resto de fabricantes de ópticas es una evidencia. Así, el nuevo Distagon T* 2,8/15 viene a redundar en este hecho.
Construido a partir de una carcasa de acero y compuesto por quince elementos dispuestos en doce grupos, la penúltima maravilla de Carl Zeiss es un gran angular de 15mm, una focal fija capaz de ofrecer una perspectiva con un ángulo de 110 grados sin apenas distorsiones gracias a la inclusión de un filtro marca de la casa.
Para terminar con las especificaciones, es capaz de disparar a unos 20 centímetros de distancia y posee una apertura máxima de f2,8. Una gozada al alcance de muy pocos bolsillos (unos 2150€).
El objetivo estará disponible a partir del mes de mayo para monturas EF de Canon y para Nikon. Y aunque haya sido diseñado para sacarle todo su partido montándolo en cámaras de formato completo, también se podrá utilizar en cámaras con sensores más pequeños (que, por supuesto, multiplicarán por 1,6 sus 15mm, pasando de ser un gran angular a un modesto angular a secas).
Según el comunicado de Carl Zeiss, el Distagon T* 2,8 15mm es ideal para fotografías de paisaje y de arquitectura, aunque también puede ofrecer unos resultados espectaculares en retratos artísticos y creativos, en foto publicitaria o en lo que se nos ocurra.
A pesar de su precio, la última focal fija del fabricante alemán es, sencillamente, una compra obligada para los amantes de la fotografía de altas prestaciones, y, tanto por éstas como por su calidad de construcción, se encuentra muy por encima de cualquier otro objetivo que pretenda ofrecer unas características similares.